Estados Unidos celebra este jueves su archiconocido Día de Acción de Gracias. Un festival culinario en el que el pavo asado relleno preside todas y cada una de las mesas del país. A lo largo de estas semanas se sacrifican 46 millones de estas aves que acabarán luciendo con esplendor en todos los hogares norteamericanos. Sin embargo, dos de estos entrañables animalitos están a punto de disfrutar de una medida de gracia que les acuña el pasaporte a una vida lejos de hornos y salsas de arándanos.
Y es que, el día antes de Thanksgiving day, el miércoles, el presidente de EE UU, Barack Obama, indultará a un pavo. Una de las elecciones más trascendentes del año. Si no, una de las más mediáticas. “El hombre que toma las decisiones sobre guerras, epidemias, células terroristas o importantes materias de Estado, opta por indultar a un pavo”, ironiza el The Washington Post en sus especiales sobre la celebración más importante del año, gastronómicamente hablando. El año pasado, el pavo Popcorn (palomita) se libró del horno y se instaló junto a su compañero de fatigas (Caramelo, su rival en la masiva votación popular para elegir al ganador) en los jardines de Mount Vernon, la mansión donde vivió el primer presidente de EE.UU., George Washington.
“Grrrrrr grrrrr”, dijo Pop corn en declaraciones exclusivas para LA EXPRIMIDORA tras ser el elegido.
Del pavo indultado de este año poco se sabe todavía, más allá de que pasa sus últimos días en el anonimato en la granja Cooper de Ohio, y junto a la pareja con la que viajará a Washington, nació en julio y disfruta de un entorno del que salen cada año casi 5 millones de hermanos. Pero, hasta el martes, los norteamericanos pueden ir eligiendo el nombre del pavo que finalmente se librará del desplume en una web oficial creada para tan divertida misión. La ceremonia, “The presidential turkey pardon” no será hasta el miércoles. Mientras tanto, las redes sociales se han convertido en el mejor escaparate para defender al pavo indultado bajo el hashtag #presidentialturkey14 De los dos pavos seleccionados para llegar a La Casa Blanca se conocerá casi todo. Peso y edad aparte, en breve nos enteraremos de su comida y canciones favoritas, de su manera de andar e incluso de cuán musical es su gorgorito.
¿Y qué pasa con los pavos indultados?
El pavo Popcorn y el Pavo caramel se instalaron en los jardines de Mount Vernon justo al día siguiente de Acción de Gracias del año pasado. La noche de antes, la de su llegada, la pasaron en un hotel de lujo de la capital. Aunque nueva libertad no fue absoluta, ni lo es para ningún pavo, nada peor que el horno. Desgraciadamente, Palomita, vencedor de la misericordia presidencial, no conocerá a su sucesor de este año. Popcorn ha muerto. No así su compañero de perdón, Caramel, que todavía campa a sus anchas por el parque. Al parecer, la guerra que la primera dama, Michel Obama, ha declarado al sobrepeso, ha terminado por beneficiar al pavo Caramelo, que sigue vivo gracias a que, según sus cuidadoras, ha adelgazado. Por su mismo destino han pasado estos últimos años el pavo Cobbler y el segundón Gobbler, Liberty y la medalla de plata Peace, y el indultado Apple y su compalero Cider.
¿Por qué se indulta un pavo?
Desde 1947, la Federación Nacional del Pavo entrega cada año un ave al presidente de Estados Unidos en una tradición que ya dura 68 años y que ha pasado por 11 administraciones. En un principio, el regalo era para que los presidentes se lo comieran con su familia en la cena de Acción de Gracias Sin embargo, John F. Kennedy le perdonó la vida a uno de los pavos que recibió durante su mandato y, cuando George Bush padre repitió el gesto en 1989, quedó instaurada la costumbre. Hasta hoy. ¿Quién será el elegido este año?